La inflamación crónica es uno de esos síntomas difíciles de controlar y aún más difíciles de mejorar. Este fue el caso de un paciente de Mathias Willame, fisioterapeuta de Nîmes (Francia). El paciente llevaba 18 meses sufriendo una dolorosa inflamación en el codo. La afección era tan grave, que le impedía hacer su trabajo y llevar una vida cotidiana en casa.
En respuesta a esta condición, Willame comenzó a utilizar la terapia INDIBA, ya que se ha demostrado su eficacia en el tratamiento de los trastornos musculoesqueléticos. Tras una ecografía para determinar el alcance del problema, se estableció un protocolo de tres semanas de duración.
Al inicio del tratamiento, el paciente había conseguido un movimiento mínimo en el codo, lo que significaba que estaba utilizando otros músculos del hombro para mover el brazo con eficacia. Sin embargo, tras el tratamiento, recuperó la función completa del codo y mostró una reducción significativa del dolor, que mejoró notablemente su calidad de vida.
El paciente continúa con los tratamientos de mantenimiento regulares, lo que le ayuda a estar cómodo y a mantener la función del brazo.
Este testimonio procede de :
Mathias Willame.
Fisioterapeuta osteópata.
Espace Physioperf de Nîmes.